Durante año y medio de
trabajo en la Sierra de Mogotavo se logró obtener 60 horas de material
audiovisual que, mediante una selección, dio como resultado el documental No
Hay Lugar Lejano, de Michelle Ibaven, que estrenó en la edición 27 del
Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
Acompañada de Sergio
Blanco Martín, a quien conoció durante su estancia en el Instituto del Cine de
Madrid, la joven de 31 años emprendió el viaje a Chihuahua con el fin de tratar
el tema de la tierra a través de un documental. “En realidad fue un reencuentro
porque yo nací en este Estado y, aunque ya conocía a los rarámuri, estaba
interesada en saber más sobre ellos y las problemáticas que tenían”, dijo.
La cineasta refirió
que en un principio tenían en mente destacar el conflicto de la migración en
estas rancherías localizadas en el municipio de Urique, sin embargo, al estar
ahí descubrieron que había otros más graves. “Con el proyecto turístico
Barrancas del Cobre se quieren tomar tierras sin preguntarles a los rarámuri;
al urbanizar el lugar habrá gente que se adapte a los cambios pero quizá otros
no lo lograrán”.
La directora destacó que
la intención de esta ópera prima era contar el conflicto desde el punto de
vista de la comunidad: “la esencia de la historia está en ellos. No queríamos
señalar a un villano pues el origen del problema no venía de una persona; nos
interesaban más las emociones que los actores inmiscuidos”.
Por su parte, Sergio
Blanco señaló que no buscaban una objetividad en el argumento.”Intentamos que
ellos (los rarámuri) contarán lo que quisieran, ofrecerles este instrumento
para darles voz, trasmitir lo que sentían”.
El español de 27 años
agregó que no les costó mucho trabajo integrarse a la comunidad. “Hubo una
reunión con ellos donde se les explicó lo que queríamos hacer y todos
estuvieron de acuerdo. Los principales conflictos eran que no había luz en el
lugar y que a veces no contábamos con un traductor; dejábamos que ellos
conversaran con naturalidad, confiamos en que algo nos serviría al final”.
Al respecto del problema
de la sequía, Michelle comentó que la filmación se realizó en temporada de
lluvia. “Sí hay conflictos en cuanto al cambio de clima, deforestación y el de
hotelería, pero no creemos que se hayan suicidado por hambre como se mencionó
en algunos medios; los rarámuri saben moverse para obtener alimentos”.
Finalmente, los jóvenes
destacaron que buscan llevar su producción a esta comunidad para que puedan ver
el trabajo que realizaron durante 2010. “También volveremos para realizar otro
documental, por lo pronto estamos muy contentos de que No Hay Lugar Lejano esté
en el FICG27”, concluyeron.
Por Víctor Manuel Goch
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