En 2010 nació un proyecto cinematográfico
llamado 1000 metros bajo tierra con
la necesidad de apoyar al cine underground, es decir, aquel material “que está
bajo el colchón y el cual no goza de una buena distribución”, tal como expresó
Mariana Monroy, directora del Festival de
Cine Underground en México que el año pasado arrancó su primera edición.
Ahora en su segunda edición, del 17
al 23 de agosto, 1000 metros bajo tierra
México buscará llevar el cine independiente a los espectadores mexicanos
con más de 50 títulos entre largometrajes y cortometrajes que se presentarán en
8 sedes de la Ciudad de México: Cine Tonalá; la Casa del Cine; los Faros (Oriente, Tlahuac, Indios Verdes y Milpa Alta); el
Centro Cultural Venustiano Carranza; el Centro de Capacitación Cinematográfica; la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales; además de la Plaza Tolsá, ésta última con funciones al aire libre.
Entre las cintas nacionales que se
proyectarán en esta segunda edición se encuentran Cuates de Australia, de Everardo González; Borrar la memoria; de Alfredo Gurrola; Asalto al cine, de Íria Gómez; Pastorela, de Emilio Portes; Reacciones Adversas de David Michan y El Lenguaje de los Machetes, de Kyzza Terrazas. “Hay gente que no
puede ir a las salas comerciales por los altos costos, de ahí que hayamos
decidido escoger cintas como Pastorela”, expresó Monroy.
La directora también explicó que la animación ha cobrado mucha fuerza por lo que habrá dos ciclos dedicados a este género. Otras cintas que se exhibirán son Ánima, de Anton Terni y Oliendo a Perro, de Alexandro Aldrete, así como los cortometrajes Vendaval, de Jesús Torres Torres; Busco Empleo, de Francisco Valle; Prolepsis, de Fernanda Rivas, entre otros integrados en cuatro bloques dedicados a las historias cortas de ficción.
La programación completa la pueden
consultar en la págna www.milmetrosbajotierra.com.mx.
El costo será gratuito en todas las sedes, excepto en Cine Tonalá y la Casa del
Cine.
Por Víctor Manuel Goch
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