El Festival Internacional de Cine de Puebla está por arrancar su
tercera edición y entre sus objetivos fundamentales está el llegar a diversos
públicos con la premisa de que el cine es para todos. Para quienes están detrás
de la muestra, la inclusión social y democratización de la cinematografía es de
suma importancia y lo hacen posible a través de tres actividades: Cine Itinerante, Cine Para Imaginar y Cine
Llanero.
Una de las partes medulares del FIC
Puebla es Cine Itinerante que tiene
la labor de llevar cine a comunidades y lugares marginados como es el caso de
cárceles, hospitales, asilos, casas hogar, plazas públicas, barrios y
comunidades cerca de la ciudad de Puebla.
“Una de las proyecciones más
interesantes es la del CERESO porque hay interés por la reflexión que se
realiza al terminar cada función. Además, hay niños de comunidades que nunca
han ido al cine y significa una experiencia nuevas para ellos”, explica Mariana
García Arteaga, coordinadora de este proyecto móvil que este año se
realizará del 10 al 19 de septiembre.
El Festival Internacional del Cortometraje de Clermont-Ferrand (Francia) aporta producciones de animación al
FIC Puebla para que los espectadores de Cine
Itinerante se entretengan con las películas que se proyectan, acción sumada
a la reflexión que provocan los cortos sobre el cuidado ambiental gracias a la
colaboración del Festival de Cine en el
Campo.
Por otra parte, Cine para Imaginar busca hacer accesible el cine para personas con
discapacidad visual. Jorge Lanzagorta, su coordinador, comenta que en España es
común este tipo de funciones y él deseaba hacer lo mismo en nuestro país a través
de la cinematografía mexicana. “Es el segundo año que presentamos este proyecto
en el FIC Puebla que nos ha ayudado mucho a darle difusión”.
Una serie de cortometrajes
nacionales fueron elegidos para realizar esta actividad. “Escribimos un guion que
describe las imágenes que aparecen en pantalla cuando no hay diálogos y se
graba con una voz en off sobre la banda sonora de la película con la finalidad
de entender las historias de principio a fin, además de romper el cliché de que
el cine no es para los ciegos”, explica Jorge, quien es invidente.
Quienes han sido testigos de este
tipo de funciones reaccionan de diversas formas: desde las personas que se
duermen hasta quienes salen fascinadas con las historias que son narradas. Lo cierto
es que debe fomentarse esta cultura para que, una vez que haya mayor demanda, las
personas ciegas también puedan disfrutar largometrajes. Este año se exhibirán 10 cortometrajes mexicanos de manera audio-descriptiva.
Finalmente, la muestra poblana
contempla Cine Llanero, un rally urbano dirigido a jóvenes que viven en condiciones de marginación. Son chicos
que nunca han tenido una cámara en sus manos o pensado hacer una película. “La
participación de la gente es fundamental y el impacto social es a gran escala.
Nosotros sí volteamos a ver a los públicos vulnerables y pensamos en el cine
como un instrumento para mejorar una condición social”, asegura Óscar Casco, director
del FIC Puebla.
Los temas que serán contemplados este
año en las cinco historias de Cine Llanero
son la justicia, la paz, la equidad y la solidaridad.
Para mayor información se puede visitar el sitio del Festival Internacional de Cine de Puebla, así como sus contenidos en Facebook y Twitter.
Por Víctor Manuel Goch
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